Taller de mecánica fundado en 1942 por Don Plácido “Pacho” Jiménez y Doña Lilia Isabel “Yiya” Sáenz
Su legado para Edgar, Lilia, Arturo, Yolanda, Aymard y Silka sigue vivo
Historias de Don Pacho
Inicios del taller
Don pacho Jiménez inició su carrera como mecánico trabajando para la Cervecería Nacional que una vez operó en Aguadulce y que estaba ubicada frente al Hotel Carisabel.
En el ocaso de su vida dejó encargado a su segundo hijo, Aymard Jiménez Sáenz, mejor conocido como Pachín.
A pesar de su tristeza porque casi ninguno de sus hijos y nietos tuvo vocación para la mecánica, su tercer hijo, Arturo Jiménez Sáenz, le dio una de las felicidades más grandes, convirtiéndose en un mecánico exitoso en los Estados Unidos y su mejor aliado en la adquisición de equipo para el taller.
Hoy día el taller está en manos de su primera hija Lily Jiménez Sáenz.
La reputación de Don Pacho ?
Testimonios
Algunas imágenes recopiladas a través de los tiempos
Tributo a la vida de Don Pacho
Una vida digna de admirar
Hijo de Dionisio Jiménez y Micaela Pinzón, Pacho fue el mayor de sus hermanos (Eugenio “Geño” Jiménez, Alejandro “Alejo” Jiménez , Telmo Jiménez, Yuya Jiménez y Chenda Jiménez).
Nació un 6 de Octubre de 1914 en tiempos en donde Panamá tan solo llevaba poco más de 10 años de haberse independizado de Colombia.
La macánica lo apasionaba desde niño por la influencia de los Estados Unidos en Panamá ya que acababa de iniciar la primera guerra mundial cuando era niño y de joven adulto también vivió la segunda guerra mundial.
En esos tiempos le toco ver carros que pocos países habían visto porque en Aguadulce los Americanos también tuvieron base militar.
Le fascinaban las avionetas, los jeeps, las gruas, y todo vehículo militar que pasó por Aguadulce.
De hecho, quien visite el taller notará que una sección tiene el techo en forma de hangar. La razón es porque la Avenida Sebastian Sucre (Calle El Tanque) fue pista de aterrizaje de tierra y ese era un hangar de avionetas militares de la época.
Su primera oportuniad de trabajo vino de la mano de la Cerevecería Nacional y adquirió los conocimientos de grandes mecánicos. Solía decir: “Aunque sepa, siempre haga que no sabe y siga aprendiendo”.
Durante el tiempo que trabajó en el Ingenio Ofelina, reparaba autos del Señor Fogarty que tenia traileres de transportar gasolina y diésel marca Union 76 de la empresa Union Oil Company. De ahí el emblema que hasta hoy día continúa en el taller.
Alonso Valderrrama le regaló su primera avioneta y su maestro y mentor el maestro Smart le llevó por el camino de la mecánica.
Se graduó en el Artes Mecanicas, pero como en ese tiempo se acabaron los diplomas le tuvieron que dar uno de los que confeccionaron para los indijenas.
Sus estudios superiores fueron por medio de libros. Así es, el joven Pacho se autoeducó en todo lo que podía. Su hambre de conocimiento lo mantenía cerca de libros de todo aquello que lo apasionó: mecánica. apicultura, ganadería, soldadura, etc.
De adulto maduro Don Pacho inició un bonito emprendimiento en la ganaderia que fue envidia de muchos ganaderos de la región. Obtuvo dos fincas, una se llamo Manglarejo y la otra La Isla. Para poder pasar para esas fincas se construyó un paso, que cuando llegaba la marea o resaca, el ganado se podía transportar de una finca a la otra.
Fue algo increíble, orgullo de los ganaderos que colindaban al rededor de La Isla, que fue un paraíso tanto para la ganaderia como para las maravillosas tierras que Don Pacho usaba para las siembras y cultivos. También pasaba por un estero que usaba para la pesca, cosecha de cangrejos, las maravillosas cocalicas o cochas y la caceria de diferentes aves.
Nuestra misión
Objetivo
Muchas familias originales de Aguadulce han desaparecido. Sus negocios se han vendido, sus hijos han repartido herencias y se han retirado de Aguadulce. Muy pocas familias aún conservan el legado de sus valientes pioneros.
Es por eso que nuestra misión es continuar el legado de Pacho Jiménez, rescatando al taller de un letargo de 20 años y tratar de llevarlo a los niveles de prestigio que una vez Pacho le dio.
Nuestra intención es que usted pueda encontrar en un solo lugar la solución a cualquier problema con su vehículo
Entendemos que su vehículo es uno de los activos más preciados de las personas y merece que sea atendido con los mismos cuidados y atenciones que uno le daría a su propio vehículo. Nos comprometemos en tratar a su carro con el cariño que se merece.
Queremos volver a revivir las buenas costumbres de Don Pacho y ganarnos la confianza de nuestros clientes, no solo con buen servicio sino también siendo agradecidos. Por tal motivo también nos comprometemos a siempre tenerle regalos, ofertas y descuentos a lo largo del año.